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Venid a sacar agua de la fuente

Centro de espiritualidad ignaciana, animado por una comunidad de religiosas del Sagrado Corazón de Jesús

Sofía Barat

Sofía Barat (1779-1865) es la fundadora de la congregación de las religiosas del Sagrado Corazón de Jesús: una mujer cogida por el amor de Cristo y el deseo de hacerle conocer a través del mundo.

Retrato de Sofía por Dolores Aleixandre, religiosa del Sagrado Corazón

En el principio existió una mujer que llevaba en el nombre la sabiduría
Había crecido contemplando en las cepas de su tierra cómo los sarmientos se adhieren a la vid, y aprendiendo que el secreto para dar fruto está en la vida que nace desde las raíces.

Sentía el amor de Dios como una fuente que manaba desde su centro, como un torrente que le inundaba el alma con un agua que le entregaba no para ser retenida sino para ser regalada, derramada, perdida.

Todo en ella era apertura, acogida, hueco, silencio, no como fruto de su esfuerzo ni de su empeño, sino de una atracción que se había apoderado de ella fascinando su mirada, centrando su búsqueda y su deseo en Aquél a quien amaba por encima de todo.

Maduró el tiempo y llegó la hora precisa: ella se sabía un signo pequeño, una pizca de levadura del Reino, puesto entre los dedos de Otro, una brasa fundida inseparablemente con el fuego. Y por eso pudo comenzar la fermentación y prenderse el incendio.

No había huellas por delante, sólo la confianza y la generosidad de un puñado de mujeres reunidas en torno a Sofía contagiadas del sueño que nació junto a la luz vacilante de una vela: permanecer en el amor de Jesús, injertadas en el árbol de su Vida y conducidas por el viento de su Espíritu, formar un solo corazón y una sola alma en tono a su Eucaristía, manifestar en medio de un mundo herido la compasión y la fidelidad de su Corazón.

Doscientos cincuenta años después las que formamos hoy la pequeña Sociedad que alentó Sofía, seguimos seducidas por su sueño, con la alegría de haber encontrado un tesoro en la tierra que ella nos dejó en herencia, y el desafío de venderlo todo, de liberar todas nuestras energías y recursos con tal de poseerlo. Es un manantial vivo que brota del costado abierto de Cristo y nos adentra en lo hondo de su misterio.
Es un fermento pascual que nos impulsa a ser mujeres de relación capaces de compadecer y de reconciliar movidas por el deseo de estar siempre de parte de la vida, de gastarla gratuitamente junto a los más pequeños y vulnerables.

Es una llama que enciende en nosotras la pasión por educar en reciprocidad, por ofrecer y compartir con otros, suelo y consistencia y sentido evangélico, espacios donde sea posible ponerse en pie y construir juntos un mundo que sea hogar para todos, mesa abierta con sabor a pan y a fiesta.

Biografía

Sophie Barat nació en 1779 en Joigny, en el corazón de la Borgoña, en una familia de artesanos toneleros. Desde su infancia, arde un fuego en su corazón: cautivada por Dios, se siente atraída por la vida religiosa contemplativa. Crece en una familia profundamente cristiana y recibe una educación excepcionalmente avanzada para la época, bajo la dirección de su hermano Luis, que se orienta a ser sacerdote.

1789 viene a trastornarlo todo. Sofía queda profundamente marcada por la Revolución francesa. Este impacto nutrirá su proyecto de creación de una congregación femenina nueva que, para honrar al Corazón de Cristo y para difundir el amor de Dios se consagrará a la educación de las jóvenes.

La Sociedad del Sagrado Corazón nace en 1800. Sofía y otras cuatro jóvenes, se consagran a una forma nueva de vida religiosa que une vida de oración y de trabajo inspirando y estimulándose mutuamente. Sofía Barat es nombrada Superiora General en 1806.

Guía espiritual excepcional, ayuda a innumerables personas a descubrir y a profundizar su relación con Dios. Educadora inspirada, está convencida de que quienes educan a otros tienen primero que cultivar en sí mismos el saber y la virtud. Administradora competente, ve crecer a su pequeña Sociedad en más de 3.500 miembros repartidos a través de Europa, América del Norte y del Sur, y también en Africa. Muere en 1865.

Sofía Barat fue canonizada en 1925. Hoy se puede rezar junto a ella en la iglesia de S. Francisco Javier (Paris VIIieme) lugar donde reposa su cuerpo.